domingo, 6 de marzo de 2011

El Oviedo quiere agarrarse al Carlos Tartiere

Pacheta optará por la continuidad tras el empate en Tafalla

Sergio Inclán y Pacheta organizan un ejercicio, con Jandro, Artabe y Gonzalo al fondo
De pronto el Tartiere ha pasado a convertirse en un aliado inesperado. Como ocurre con todo equipo que quiere trazar una notable trayectoria en la Liga, el conjunto azul quiere convertir el Tartiere en un fortín de aquí al final de temporada. No lo ha sido a lo largo del año. Con la protesta generalizada de fondo y los escándalos extradeportivos, jugar en el Tartiere se había convertido en un apuro para muchos futbolistas. Coincidiendo con la llegada de Pacheta, el equipo mostró su mejor cara de la temporada ante el Eibar. Y la afición respondió.

Ahora, Pacheta quiere agarrarse a las mismas directrices para que el público se vuelque con el equipo. «No veremos un equipo muy diferente al del Eibar», advirtió esta semana. Los ingredientes son conocidos tras las dos jornadas del burgalés en el banquillo. Pacheta pretende formar un equipo ordenado, que no se complique en exceso la vida y con un alto grado de intensidad en sus acciones. Fútbol vigoroso del que gusta en el Tartiere.

Para su tercer encuentro como técnico azul, Pacheta deberá solventar algunas dificultades. La más importante llegó a última hora. En el entrenamiento de ayer, Juanma sentía unas molestias en el isquiotibial derecho y guardará reposo. La trascendencia de la baja radica en que pesa sobre una posición un tanto desguarnecida en la actualidad. Tras la salida de Richi en el mercado invernal y la presencia de Ernesto con el Vetusta, la adaptación de López Ramos al lateral izquierdo parece la única alternativa posible.

Con todo, Pacheta optará por la continuidad y sólo improvisará dos cambios respecto al empate en Tafalla. El once que salga esta tarde será el formado por Aulestia en la portería; Víctor Díaz, Negredo, Jorge Rodríguez y López Ramos en defensa; Aitor Sanz y Pascual de pivotes; Xavi Moré y Nano en los extremos y Miguel y Rubiato en la punta de ataque.

A las ya conocidas bajas de Pelayo, sancionado, y Falcón, lesionado, se ha unido la de Perona, que ya se intuía a lo largo de la semana por no poder superar por completo las molestias en el adductor que arrastraba desde el partido ante el Peña Sport. La disponibilidad de dos únicos delanteros centro favorecerá la presencia de Manu Busto en la convocatoria. El cántabro ha hecho propósito de enmienda y quiere empezar a entrar en juego con el nuevo técnico. Con Pacheta en el cargo aún no ha disfrutado de ningún minuto.

El banquillo azul estará integrado por el cántabro más Javi Martínez como portero suplente; Gonzalo, Jandro y el canterano Jandrín, que se ha abierto un hueco en los planes del técnico por lo demostrado en los entrenamientos y sobre el césped de Tafalla.

El conjunto bilbaíno, por su parte, llega al Tartiere dispuesto a detener las buenas sensaciones de los azules tras la llegada de Pacheta al banquillo. El filial bilbaíno no es un conjunto de cantera a la usanza. Tiene un grado competitivo quizás más alto que equipos de su corte. Un conjunto duro y aguerrido como ya demostró en la ida.

Con el objetivo inmediato de salir de los puestos peligrosos y de paso continuar con las buenas vibraciones deportivas, el Oviedo busca esta tarde (18.30 por la TPA) tres puntos que le aporten un colchón de tranquilidad casi definitivo.

Fuente: lne

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